«Aferrarse a los más profundos valores de la democracia y la dignidad humana»
Palabras de nuestro vice Presidente del CPSSPC Lic. Javier Sueldo, en el acto de apertura del 5º Encuentro Argentino y Latinoamericano de Trabajo Social.
Muy buenos días a todas y todos. Quisiéramos dirigirles estas palabras a ustedes, las y los participantes aquí presentes.
A la Decana normalizadora de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNC, estimada Lic. Silvina Cuella.
A la Directora de Carrera de Licenciatura en Trabajo Social de la FCS/UNC, Lic. Rossana Crosetto. A los distintos secretarios, responsables de áreas o departamentos.
A las compañeras y compañeros de las nuevas carreras en Ciencia Política y Sociología; a las y los graduados -nuestros colegas matriculados- ,docentes, no docentes y estudiantes que tanto han realizado para que este encuentro hoy, sea una hermosa realidad llena de participación entusiasta, que contagia energía de vida. Seguramente no nos retiraremos mañana por la tarde del mismo modo que llegamos esta brumosa mañana de primavera, nos llevaremos sensaciones, impresiones, reflexiones inconclusas, dudas, preguntas, y afirmaciones… y ese es el indicador más cabal del seguramente exitoso encuentro que estamos iniciando. Estamos en movimiento.
A las y los conferencistas, expositores, y demás colegas y estudiantes participantes que de acercaron desde los más diversos sitios de nuestra querida República Argentina, y más aún, de países hermanos de nuestra “patria grande”. Gracias por estar aquí hoy en Córdoba, la docta, a ver si podemos aportar a que recupere su luminosidad ilustrada: aquella que hace falta, la crítica y transformadora.
Es un honor poder compartir con todas y todos ustedes un puñado de ideas colectivamente construidas, que den inicio a este festejo de la profesión: nuestro ya 5º Encuentro Argentino y Latinoamericano de Trabajo Social, el cual se propone abordar “Latinoamérica hoy: democracias, derechos y trabajo social”.
Para pensar y hacer, reflexionar y accionar hoy, desde el Trabajo Social, resulta indispensable actualizar nuestras lecturas sobre los proceso regionales, nuestras democracias y el estado de situación del acceso a derechos de las mayorías: las mayorías son ellas y ellos, los de abajo, las muchas veces “víctimas”… el sector popular. Nuestra razón de ser como práctica socialmente reconocida y validada.
Participamos de procesos sociopolíticos complejos que nos obligan a mantener nuestras mentes en constante ejercicio, con plasticidad. Y no es porque las idea del siglo 19 o 20 no sirvan más, muchas veces por el contrario, respuestas sólidas sobre las implicancias de las estructuras materiales sobre la vida de las mayorías, las encontramos justamente ahí. Las particularidades del momento actual, posiblemente resultan complejas de ser analizadas y procesadas en tiempo real, pero al menos, haremos el esfuerzo. Mientras tanto, reponiendo esperanzas, posiblemente sea este, un nuevo momento epocal, de resistencia. Y aquí nos queremos detener un segundo.
¿Qué implica resistir? ¿Cómo se resiste? ¿Con quienes se resiste? Contra que, se resiste…
Resistir conlleva primeramente, el poder decir: NO. No, al abuso de autoridad. No, al desmantelamiento del aparato estatal y productivo. No, a las prácticas que no ven en el otro, un sujeto de derechos con determinadas y particulares trayectorias, emotividades, expectativas de una vida digna. No, a evitar, detenerse a pensar con otros, los iguales, los parecidos, y también los distintos. Resistir es dudar, pero también aseverar. Caminamos preguntando, cantando, gritando nuestras inquietudes y exigencias: ¿dónde está Santiago Maldonado?
Resistir implica aferrarse a los más profundos valores de la democracia y la dignidad humana.
El querido Ernesto Sábato nos invita a pensar que en la resistencia, frente a este conflicto aparentemente sin salida en el que nos encontramos, es de vital importancia cruzar el puente y no quedarnos mirando el abismo de lo incierto. Cruzar este puente significa, humanizarnos y recuperar la característica de humanos en el preocuparnos, por el otro.
Una resistencia activa necesariamente debe salir en búsqueda de las otras y otros. Resistir es también y sobre todo, estar juntos. Nuestro colegio de profesionales se presenta y construye cotidianamente como un espacio de encuentro, donde convergemos las y los profesionales del trabajo social de córdoba.
Hoy, el Colegio de Profesionales en Servicio Social de la Provincia de Córdoba, es un amplio y fértil espacio intergeneracional, que se propone de modo explícito, avanzar en la jerarquización de la profesión; defender las incumbencias de nuestra profesión; y construir colectivamente estrategias de posicionamiento público ante temas o cuestiones que involucran a la profesión, con solicitadas, documentos públicos, generando comisiones específicas, haciéndonos presentes en las diferentes reparticiones que contienen a nuestras y nuestros colegas.
Retomamos la muy rica historia del largo proceso de trabajo colectivo llevado adelante por diferentes grupos y generaciones en defensa de la profesión. Desde la primera Asociación de Asistentes Sociales de la Provincia de Córdoba, quienes lograron las sanciones de la Ley de Ejercicio y de Colegiación Profesional en la Provincia: las leyes 7341 y 7342.
Mucho más aquí en el tiempo, ya hacia el año 2014, logramos la sanción y promulgación de la Ley nacional n° 27072. Ella, resulta una conquista que marca y establece con claridad las incumbencias de nuestras prácticas fundadas. Un inmenso logro para nuestra disciplina.
Hoy nuestro colegio posee diferentes mesas y comisiones temáticas que operan como plataformas de reflexión y acción. Estos espacios, coinciden con nuestras definiciones políticas como gestión, pero desde ya, se nutren de las preocupaciones reales existentes dentro del colectivo profesional. Así, las temáticas como discapacidad, gerontología, educación, lo jurídico-criminológico, capacitación – entendida como una estrategia que posibilita la jerarquización profesional-… la mesa de condiciones laborales… nuestra nutrida mesa del interior como le llamamos, en donde nos encontramos con colegas de las delegaciones y sedes de la provincia… todos estos espacios, dan vida y sustento a nuestros esfuerzos. Queremos aprovechar también esta oportunidad y subrayar un claro llamado a nutrir el ámbito del colegio, a llenarlo de ideas y acciones. Somos una entidad, de puertas abiertas.
Asumimos una intermediación pro-activa en el marco de las condiciones imperantes de campo laboral. No exentas ni exentos de tensiones, avanzamos desde el año pasado, en la celebración de diferentes convenios de cooperación con la administración pública provincial, conteniendo las prácticas profesionales rentadas, de alrededor de 100 colegas. En estos complejos procesos de negociación con el Estado Provincial, logramos mejorar las condiciones para el ejercicio inicialmente ofrecidas de modo particular a cada matriculada y matriculado, ampliando las correlaciones de fuerza y alcanzando por ejemplo, mejores honorarios y sirviendo, brindando a la entidad colegio, como espacio desde donde colectivamente disputar condiciones. No obstante es alarmante y señalamos con firmeza: las administraciones públicas, se resisten hoy a la incorporación estable de colegas. Asunto preocupante y que nos ocupa, y seguirá ocupando.
Queremos aprovechar el espacio e invitar a un foro que co-organizamos en el marco del encuentro conjuntamente con la Oficina de Graduados de la FCS y la agrupación Egresados por la Universidad Pública: El foro se titula “Profesionales en debate: espacios de representación y proyectos políticos en disputa”, es esta tarde desde las 16:30hs, en las aulas de nuestra Facultad.
Finalmente. Claramente nuestra profesión se encuentra inmersa en condiciones macro-estructurantes que la determinan, y como decíamos al inicio, son ciertamente muy preocupantes y retardatarias de accesos a derechos. Pero queremos recuperar la perspectiva de nuestra querida Nora Aquí, y resaltar que también, como agentes profesionales, incidimos de diferentes modos en aquellas estructuras. De qué manera, desde donde, y con quienes, constituyen el desafío. Debemos nutrirlo con nuevos aportes y propuestas. La defensa de la democracia, y los derechos de las mayorías, marcan nuestros horizontes y esfuerzos epistémicos, procedimentales, y sobre todo, éticos y políticos.
Nos dispongamos todas y todos, a celebrar nuestra profesión en el marco de este encuentro.
Muchas gracias.-