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En torno a la ignorancia, la mentira y la producción de estigmas

Por: Nora Aquín

El Colegio de Profesionales en Servicio Social de la Provincia de Córdoba, vía las palabras de la Lic. e Investigadora Nora Aquín, comparte este posicionamiento que expresa nuestra óptica ante tan delicado tema.

Aunque no queden claramente expresadas las razones, en los últimos días viene produciéndose una serie de declaraciones que reactualizan un proceso de denigración de la pobreza. Y decimos reactualizan porque hay notables antecedentes al respecto.

En efecto, desde que se implementara la Asignación Universal por Hijo (AUH) en 2009, y con la repudiable afirmación de Ernesto Sanz en relación a que la AUH “se va por la canaleta de la droga y el juego”, se ha instalado en el sentido común una especie de muletilla: “se embarazan para cobrar”. Ignoran que aumentó en un 25% la matrícula escolar, ignoran que se reconstituyó un lugar para comer juntos en familia, ignoran que los niños tienen posibilidades de dar algunos paseos, ignoran que muchas familias pudieron ahorrar algún dinero y levantar una habitación, ignoran que ahora hay algunos libros en las casas. Ignoran todo. Pero inventan que las mujeres pobres se embarazan para cobrar la AUH.

Lo han hecho políticos, como el nombrado Sanz, Del Sel, Dindart, el sindicalista Venegas, todos socios de la alianza gobernante. Y por estos días también hemos escuchado la inescrupulosa afirmación de la cantante Lucía Galán. Se trata de personajes públicos que micrófono en mano y audiencia a su disposición, no trepidan en repetir con total ignorancia –y mucho de mala fe- aquello que todos los estudios desmienten.

En efecto, los hogares pobres registran un promedio de 2,5 hijos por grupo; asimismo, la maternidad adolescente se ha mantenido estable. De manera entonces, que esta amalgama de diatribas contra los sectores populares -a la que se suma el montaje de una escena surrealista en la que un hombre de los medios, tan poderoso como sumiso al dinero, se monta sobre la precariedad de un niño- tiene como único objetivo generar en el conjunto de la sociedad ese odio de clase tan necesario para que el gobierno logre consentimiento frente a sus medidas tan violentas contra los sectores más vulnerables, sean niños, jubilados, discapacitados, víctimas de violencia de género, y varios etcéteras. Y así pueda desmontar con mayor tranquilidad lo poco que va quedando de políticas sociales.

A la señora Galán, y a tantos que han dicho públicamente lo mismo, les sugerimos que se instruyan, que lean los resultados de numerosas investigaciones antes de decir las mentiras que dicen, o que lean a los pibes de la Garganta Poderosa, que respecto del tema, han planteado lo siguiente: “Si nos embarazamos para cobrar la asignación…si parir se volvió un negoción, nunca más vuelvan a decir que abortamos por diversión”.

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