El trabajo social en la causa de las madres de Barrio Ituzangó
Las madres del siglo XXI luchan contra el genocidio encubierto de la contaminación. /
Luego de doce años de lucha incansable y denuncia constante, las madres de barrio Ituzaingó lograron lo que parecía un imposible, que dos productores sojeros y un aero aplicador fueran sentados en el banquillo de los acusados imputados de contaminar en el barrio.
Esta semana concluyo un juicio, que sin duda con el correr de los años y los acontecimientos, devenidos de la lucha socioambiental, podremos ver la importancia histórica del mismo. Sucede esto, ya que la problemática de las fumigaciones a la población con agroquímicos en nuestro país, es una dura realidad que le toca vivir a más de 12 millones de personas, trayendo consigo innumerables enfermedades y muertes.
Si bien el fallo del Tribunal Penal dejó una sensación de victoria a medias por parte de las madres de Ituzaingo y los sectores sociales que las acompañaron, debido a que ninguno de los imputados fue a parar a la cárcel, es claro que el hecho de encontrarlos penalmente culpables de la actividad de contaminación encierra en sí un resultado poco probable hace pocos años atrás.
El fallo del Tribunal, fue el de la absolución por falta de pruebas del productor sojero Gabrielli, pero encontró culpables del delito previsto por el artículo 55 de la ley 24.051 de residuos peligrosos al productor Parra y el aeroaplicador Gabrielli.
En estos más de 12 años de lucha y denuncia de las madres de Ituzaingó, la vida escurrió de forma violenta por los hogares del barrio, es que son aproximadamente 200 las personas que han muerto estos años producto del cáncer generado por la actividad contaminante de los productores. Se cuentan por decenas los abortos espontáneos que se han producido y al día de hoy se registra una taza altísima (el 80%) de ninxs que tienen por lo menos, de tres a siete agroquímicos en la sangre, (según un informe realizado por la municipalidad de Córdoba en el año 2011). A esta estadística hay que sumar el escalofriante dato que arrojó el mismo estudio, el cual expresó que el 60% de lxs niñxs de Córdoba capital tienen agroquímicos en la sangre.
Con este juicio no se cierra un proceso, sino todo lo contrario se abre una nueva etapa de lucha en defensa de la vida, donde son varios los pueblos que ya han comenzado a organizarse y reclamar marcos regulatorios que limiten y/o prohíban la fumigación en zonas urbanas. Y están, quienes además defienden la soberanía alimentaria y exigen hoy, que la empresa transgénica Monsanto no se instale en la localidad de Malvinas Argentinas.
Una trabajadora social junto a las madres de Ituzaingó
En este largo trajinar hay historias dignas que contar, de gente que desde su modesto puesto de trabajo se trasformaron en determinados momentos, en el sostén fundamental para que los brazos no cayeran y las lágrimas no nublaran el futuro.
Dina es trabajadora social, ella trabajó durante los años 2004 al 2008 en el dispensario del barrio, de hecho ella fue una de las primeras trabajadoras sociales que integró junto a otros profesionales de la salud la UPAS 28, dispensario logrado gracias al reclamo de las vecinas.
En el marco del juicio por contaminación en Ituzaingó Dina se hizo presente para acompañar a las madres, ella ya no trabaja más en el barrio, los cambios de gestión y su marcado compromiso con las madres fue quizás lo que la llevo contra su voluntad, a otro dispensario.
El equipo periodístico que realizó la cobertura del juicio y que elaboró el diario del mismo, dialogó con Dina y lo charlado aquella tarde en la puerta de los tribunales quedo registrado en el video que presentamos aquí.
Juicio a las fumigaciones – Dina ex trabajadora social del UPAS28 – PARTE 1
Juicio a las fumigaciones – Dina ex trabajadora social del UPAS28 – PARTE 2