A propósito de la definición internacional de Trabajo Social
Por: Marcos Chinchilla Montes
Bajo el título “Malas nuevas para el Trabajo Social”, días atrás compartí con ustedes unas brevísimas reflexiones sobre la intención del Ministerio de Educación Nacional de Colombia para trasladar al Trabajo Social a la “sala” Ciencias de la Salud, negando su articulación histórica con las Ciencias Sociales.
En el fecundo intercambio que se generó con profesionales y estudiantes luego de socializar ese texto, varias personas hicieron alusión a la definición internacional de Trabajo Social, aprobada en el año 2014 en Melbourne, Australia.
Sobre el particular, y en mi condición de ex integrante de la Junta Directiva de la Asociación Latinoamericana de Enseñanza en Investigación en Trabajo Social (ALAEITS) durante el periodo 2009-2012, considero importante aclarar que América Latina no avaló esa definición, más bien nos llevamos la ingrata sorpresa de darnos cuenta que el trabajo de debate colectivo que se dio en la región, había sido obviado.
Durante casi dos años, diferentes profesionales de nuestra región se articularon en un amplio espacio de discusión -que incluso recurrió a la consulta masiva por correo electrónico- para alimentar el proceso de consulta.
Desde mediados de los años 60, y bajo el influjo del Movimiento de la Reconceptualización, el Trabajo Social latinoamericano ha construido una senda profesional caracterizada por un proyecto ético-político emancipador, mismo que se traduce en una amplia diversidad de definiciones del Trabajo Social (ver Alayón, Norberto (2014). Definiendo al Trabajo Social. Espacio Editorial. Argentina).
En su momento, estábamos claros que no era sencillo consensuar una definición internaciona, pero fue bienvenido el proceso de discusión mundial para avanzar en ella. Desde mi humilde lectura, es necesario retomar ese proceso, y superar las falencias de la definición del año 2010 y 2014, mismas que no integran el proceso histórico desarrollado en América Latina.
La definición que se propuso por parte de América Latina (15 de abril 2012), plantea:
El Trabajo Social/Servicio Social es una profesión que se inserta en el ámbito de las relaciones entre sujetos sociales y entre estos y el Estado en los distintos contextos sociohistóricos de actuación profesional. Desarrolla una praxis social y un conjunto de acciones de tipo socioeducativo, que inciden en la reproducción material y social de la vida con una perspectiva de transformación social comprometida con la democracia y el enfrentamiento de las desigualdades sociales, fortaleciendo la autonomía, la participación y el ejercicio de la ciudadanía, en la defensa y conquista de los derechos humanos y de la justicia social.