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Insisto en anotar y poner a su lectura

vioa alAl Colectivo Profesional.

Iba a decir “Querid@s Colegas”, como siempre, como lo siento.

Pero un ámbito que parece ser de interpelación a la realidad social, construcción de ciudadanía, participación en espacios de debate, y un accionar junto a referentes con territorialidad específica, que pone en cuestión los dilemas públicos, las subjetividades resignificadas no admiten una expresión, tan,  académicamente, incorrecta.

Voy, entonces a empezar a decir algo, delimitado con las preguntas básicas (quién, qué, desde qué, cuándo, para qué, porqué).

Con poco recorte y sin filtro: Insisto en anotar y poner a su lectura y consideración algunos párrafos, en primera persona, amasados con afecto y reflexión para l@s Querid@s Colegas.

La condición de jubilada obliga a recordar que en Córdoba somos 42 mil jubilados provinciales y 91 mil nacionales. Puede que ello haya despertado la pachorra de personajes que, interesados por el poder que esos números podrían otorgar, han generado un caldo de cultivo, para movilizar a viejos luchadores del ámbito previsional que sí creen democráticamente en el poder popular y en la validez de una larga lucha por derechos adquiridos y negados. De allí a la creación de la regional Córdoba del Partido político de los Jubilados y Pensionados Aportantes Nacionales, un paso.

Algunas personas a la edad de jubilarse advierten que el tiempo en su paso se vuelve menos imperativo, dando lugar a pensar antes de exponerse. No todos gozamos de tal remanso, sino que continuamos derrapando en el torbellino de la vida que no toca.

Por  eso participo durante cuatro años en Jubilados Autoconvocados, hasta que coincidiendo con un grupo de compañeras resolvemos no prestarnos a manejos imperativos , y no volver a protagonizar acciones decididas fuera del espacio que nos asocia.

Lo hacemos con dolor pero cada un@ fundamenta lo resuelto.

En mi caso lamento no dar presencia  activa a la causa previsional. Pero es necesario diferenciar entre la lucha reivindicativa sectorial y el engorde de una oposición artera al proyecto nacional y popular. Me ayuda la reflexión del premiado Ex Intendente de Morón, quien remarca, al abrir en Córdoba la propuesta de Nuevo Encuentro, que el fuentón con agua sucia y el bebé, son dos cosas distintas.

Y yo le creo. Le creo porque coincide con lo rescatado de los años 70, cuando ganamos en conciencia de pertenecer a un sector social., en experiencia de  agremiación. Duro apoyar la lista blanca  de UEPC. Y hacer paro en 1976/77. Peor entrar en la SEPAS y llegar a una localidad compartiendo vehículo con el Ministro Comodoro.

Quince años después, derrapando, vengo a caer en la cuenta de que los objetivos de las políticas  de descentralización y formación de “concilios regionales”, no eran los  que anotábamos en las planillas.

Y veinticinco años más tarde apruebo el ingreso a la maestría en Políticas Sociales, con el proyecto de investigar el interés social, a contramano de los 90. Consigo orientación  solo cuando decido  estudiar  lo hecho. La tesis aprobada y publicada prueba la inexistencia de políticas de familia en Córdoba durante 25 años. Es desaprobada por la Secretaría Académica de la Escuela   de Trabajo Social.

Luego llega la jubilación y en seguida nueve desafortunados meses en la vicepresidencia de  este valioso y apreciado CPSSCBA.

Salud.

Viola Albanesi.

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